Factores que vinculan el comportamiento violento y la enfermedad mental

El vínculo entre salud mental y violencia se asume ampliamente en todos los sectores de la sociedad. Se cree que aquellos con trastornos mentales como ansiedad, depresión, esquizofrenia y trastorno bipolar (BD) muestran un comportamiento violento, con una tendencia a cometer delitos graves, como agresiones, robos y homicidios, entre otros.

Un estudio realizado en 2016 por la Universidad Estatal de Carolina del Norte, RTI International, la Universidad Estatal de Arizona y el Centro Médico de la Universidad de Duke sobre la victimización de personas con enfermedades mentales reveló que la violencia estaba inextricablemente relacionada con los trastornos mentales.

Un evento violento lleva a otros 39 efectos adicionales.

Durante el curso del estudio, 3,473 encuestados respondieron cuestionarios relacionados con la violencia y la victimización. El estudio implicó abordar las siguientes dos preguntas fundamentales:

Si alguien es víctima, ¿es más probable que se vuelva violento?
Si alguien es violento, ¿es más probable que él o ella sea víctima?
Según Richard Van Dorn, autor principal del estudio, "La respuesta es sí, para ambas preguntas". Esto implica que el círculo vicioso de violencia y victimización se extendió más allá de un incidente aleatorio. El impacto en cascada de la violencia fue más profundo en las personas con trastorno por uso de sustancias. Por ejemplo, se descubrió que el abuso de drogas estaba asociado con cometer actos de violencia, mientras que el abuso de alcohol era un indicador importante de ser víctima.
Además de la violencia y la victimización, el estudio también destacó que los síntomas afectivos, como la ansiedad, la depresión, etc., estaban estrechamente relacionados con la violencia. Como lo explicó Sarah Desmarais, profesora asociada de psicología del estado de Carolina del Norte y coautora del artículo, "Cuanto más pronunciados eran los síntomas afectivos, más probabilidades había de que alguien cometiera violencia y fuera víctima de violencia".

Incluso un incidente violento que involucre a un enfermo mental puede ser desastroso, debido a la tendencia predominante y la concepción errónea de la sociedad. Ya sea una víctima o un perpetrador, el enfermo a menudo paga el precio. Según los investigadores, incluso un solo evento de victimización fue el responsable de causar otros siete efectos, como síntomas psicológicos, falta de vivienda, perpetradores de violencia, entre otros. Estos siete efectos a su vez provocaron 39 efectos adicionales.

Para prevenir este círculo vicioso, el estudio solicitó la inversión en programas de tratamiento de salud mental basados ​​en la comunidad. Los programas de asistencia social basados ​​en la comunidad son más efectivos para reducir los eventos violentos que esperar a que los pacientes aparezcan en los registros legales como víctimas o autores de la violencia, dijeron los investigadores.

La ayuda está a solo una llamada

Para la mayoría de los pacientes con problemas de salud mental, el camino hacia el bienestar y la recuperación comienza en el hogar. La mayoría de los trastornos de salud mental pueden tratarse con medicamentos, terapia y asesoramiento. El avance en la tecnología ha dado un impulso considerable al tratamiento de salud mental. Además de la familia, los centros de salud comunitarios han demostrado hasta la fecha una considerable eficiencia en el cuidado de los enfermos mentales.

Los trastornos de salud mental pueden tener un impacto adverso en la vida personal y profesional de una persona. Los trastornos mentales no tratados también afectan la salud de los cuidadores, familiares y amigos. Sin embargo, los trastornos mentales son tratables y la recuperación es posible a través de programas de diagnóstico y tratamiento basados ​​en la evidencia. Muchas personas con problemas de salud mental como la ansiedad o la depresión llevan vidas productivas y se desempeñan bien en sus respectivos campos.

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